Haciendo un análisis de los trasfondos familiares en estos últimos tiempos, personalmente he llegado a la conclusión de que muchas familias aun viven bajo un vínculo de ignorancia espiritual y social.
Hoy en día el machismo está invadiendo nuestra sociedad, aun dentro del cuerpo de Cristo, que es la iglesia, existen personas que defienden la superioridad natural del hombre sobre la mujer o que dan muestras de ello con su comportamiento. Este mismo pensamiento me traslada a un pasaje bíblico, cuando Jesús visito la casa de Marta y Maria, también hermanas de Lázaro, la Biblia no lo especifica, pero al parecer dichos hermanos eran todos solteros y como en muchos de los hogares las que se ocupan de los quehaceres de la casa son las mujeres...
La Biblia dice que cuando Jesús llegó a la casa de esta familia, Marta le recibió, pero esta estaba afanada y turbada con muchos quehaceres, y por el gesto de expresión, parecía ser que también estaba molesta ya que su hermana Maria no le estaba ayudando; evidentemente lo que en muchos de los hogares aquí hacia falta la comunicación, ambas estaban molestas y no se hablaban. Marta con una forma agresiva y ruda le dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. (Lc. 10:38-42).
Es triste ver como dentro de la misma familia exista rivalidad e incomunicación, en parte, es por eso mismo que surgen tantas rupturas entre padres e hijos. En muchas ocasiones necesitamos esperar que venga un problema para que entonces pueda ver un poco de comunicación y cercanía hacia Dios, podría usar como ejemplo algunos de los casos que han suscitado en mi propia familia, pero que mejor que seguir con el caso de Marta y Maria.
Recordemos que en el capitulo diez de Lucas dichas hermanas no se comunicaban, tuvieron que utilizar a Jesús de intermediario, más adelante en el capitulo once del libro de Juan, la familia atravesaba momentos de crisis, su hermano Lázaro enfermaba, entonces tuvieron que hablarse, y no solo eso, se pusieron de acuerdo para lo que tenían que hacer.
“Las hermanas entonces mandaron a decir a Jesús: Señor, mira, el que tú amas está enfermo”. (Jn. 11:3).
Ahora se hablaron y se pusieron de acuerdo, pero no solo eso, Marta buscaba consolación en literaturas bíblicas, esto lo podemos comprobar cuando días después de la muerte de Lázaro, Marta se enteró que Jesús iba a consolarlas, ella salió a recibirle y le hablaba teológicamente.
“Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, fue a su encuentro, pero María se quedó sentada en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. (Jn. 11:20-21).
“Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le contesta: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final”. (Jn. 11:23-24).
Podemos ver que tuvieron que pasar por momentos críticos para que pudieran comunicarse, pero en realidad, en nuestros tiempos ¿por qué tenemos que esperar a que se filtren los problemas a nuestras familias?
El tiempo es hoy, no te culpes por el ayer, empieza a comunicar, a expresar, habla con tu esposa, con tus hijos, no esperes que el alcohol, las drogas o el mundo lo hagan por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario