El liderazgo efectivo es el complejo resultado de una diversidad de factores. Aún así, hay algunas características que acompañan a cada líder de jóvenes y adolescentes que logra hacer un trabajo sobresaliente.
Lejos del estereotipo de líder juvenil hombre, joven, gracioso, que toca la guitarra, seminarista y que tiene una camioneta, las siguientes señales acompañan a cada líder juvenil efectivo:
Señal 1: Llenos del Espíritu Santo
Claro que esta característica no es exclusiva del liderazgo juvenil. Ser llenos del Espíritu Santo es condición obligatoria para ser un cristiano efectivo. Pero en el caso del líder o pastor de adolescentes si no somos llenos del Espíritu de Dios, nuestra consejería se limitará a manejar recursos humanos, que por buenos que sean, no podrán satisfacer plenamente las necesidades de los jóvenes en conflicto. Y también nuestras motivaciones y nuestro trato no tendrá la efectividad de quien está provisto de la guía del Espíritu en la toma de decisiones. La espiritualidad del líder juvenil es fácilmente discernible para los adolescentes y jóvenes de este tiempo. A ellos no les basta con un lindo sermón arriba de un pulpito. Las relaciones interpersonales cercanas entre los lideres y los jóvenes son indispensables para un ministerio sano. Pero en esa cercanía es que mejor se puede notar el verdadero carácter del líder juvenil. Aun cuando parece que los adolescentes no prestan atención, están mirando de cerca si lo que dicen los lideres cuando predican lo viven cuando están abajo del escenario. Si los líderes pretenden acompañar a los adolescentes a la madurez en Cristo, eso es imposible de hacer si ellos mismos no cultivan una relación de dependencia con el Espíritu de Dios...
Señal 2: Tienen un Sentido de Llamado
Para muchos es obvio pensar que la decisión de ir a hacer misiones en lugares alejados y difíciles tiene una única explicación en un llamado especial del Señor. Pero el ministerio juvenil es tan transcultural como cualquier ministerio a otra geografía. Involucra cambios de lenguaje, diferentes vestimentas, música, danzas exóticas y distintas presuposiciones morales. Si aquellos que se disponen a participar del ministerio con adolescentes no tienen un llamado claro y especifico a trabajar con ellos ocurrirá una de dos cosas o ambas: se sentirán muy pronto miserables o harán sentir miserables a sus adolescentes. Tener la convicción de que Dios es quién nos ha convocado a hacer los que hacemos es la única fuente de afirmación donde deberíamos depositar nuestra confianza. Los resultados son impredecibles en el ministerio en general, cuanto más en el ministerio con la edad más impredecible. Solo un sentido de llamado claro es lo que hace al líder seguir adelante. Es tiempo de que se levanten lideres que no están “practicando hacer ministerio” mientras trabajan con los jóvenes. Hacen falta lideres que sepan que han sido llamados por Dios a invertir en esta generación y hacer un esfuerzo en serio mas allá de los aparentes resultados o de las expectativas de personas de otros ministerios.
Señal 3: Están Preparados para la Tarea de Aconsejar
La juventud es una época de muchas preguntas. La posmodernidad ha complejizado la dinámica adolescente, los cambios se han exagerado y los mensajes contradictorios abundan. Por eso es necesario que aquellos que lideran jóvenes tengan respuestas contundentes y no ingenuas. El rol de modelo que a cada líder le toca debe se ejercido con responsabilidad. Aquellos que han sabido aconsejar a sus adolescentes pronto comenzarán a recibir más adolescentes pidiendo consejos. Los líderes efectivos están preparados para la tarea de dar consejos comprometidos y sabios. Para poder hacerlo se especializan en las cuestiones de la cultura, las crisis familiares, la identidad y en los distintos métodos para hacer una consejería efectiva. En otras palabras, trabajan y estudian para ser mejores consejeros. Pero un condimento que no puede faltar es ser “Confiables.” La confiabilidad es parte inherente a la capacidad de aconsejar y a la posibilidad de entablar una relación personalizada. Líderes que no son confiables no tardarán en ser descartados por los adolescentes. El secreto de confesión es de vida o muerte para alguien hiper consciente de si mismo como son los jóvenes. Personalmente puedo decir que aunque soy un predicador he observado frutos más milagrosos en ocasiones donde tuve el regalo de poder dar la palabra adecuada en el momento justo a una necesidad especifica de alguien. Seamos sinceros: la mayoría de las predicaciones quedan en el aire, pero esos momentos en que alguien se abre con una persona que para ella es importante para hacerle un cuestionamiento personal tienen un impacto mucho mas poderoso. Por eso es que me da lastima ver tantos lideres que solo dependen de un micrófono para comunicarse con sus jóvenes. Se pierden tantas oportunidades por no ahondar en ofrecer consejería sabia.
Señal 4: Están Actualizados respecto a la Cultura Joven
El vértigo de cambio impulsado por los medios y el mercado exige una constante actualización de parte de los líderes juveniles. Las diferentes tribus de adolescentes tendrán diferentes características en sus gustos musicales, en su vestimenta y en su lenguaje. Desconocer sus ondas equivaldrá a desinterés por saber qué los atrae. Un grupo de adolescentes requiere una disposición transcultural similar a la que requieren las misiones en otras latitudes solo que el cambio es generacional más que geográfico. El líder o la líder efectivos estarán atentos a cuáles son las características de los adolescentes de su barrio y de su iglesia. Una manera de lograr esta actualización es observarlos en los lugares donde ellos se juntan (escuelas, la puerta de las disco, hamburgueserías y demás). Otra manera recomendable es preguntarles a ellos mismos. Los jóvenes se sienten importantes cuando se les pregunta y por eso funcionan muy bien los cuestionarios y encuestas. Sacar a los jóvenes cristianos del templo y llevarlos a lugares públicos a hacer cuestionarios acerca del gusto y tendencias culturales no solo sirve a los líderes para estar actualizados sino que es una excelente actividad que los chicos agradecerán. Revistas, películas y programas de moda pueden bien ser oscultados para informarnos de qué es lo que los jóvenes están escuchando fuera de nuestro medio. Si nuestra misión es ser luz, ir por todo el mundo y predicar las buenas nuevas de salvación tenemos que prestar atención a que es lo que esta pasando a nuestro alrededor. Si queremos dar en el blanco con las preguntas que esta generación tiene, no podemos estar predicando siempre de la misma manera. Debeos hacer contacto con sus puntos de interés y sus códigos culturales. Siempre que ve alguna buena revista que tiene algo de tendencias juveniles, mi esposa me la compra porque sabe que quiero saber que es lo que se viene o qué es lo que a mis adolescentes les influencia cuando están en la escuela o expuestos a los medios masivos de comunicación.
Señal 5: Trabajan en Equipo
Los líderes juveniles efectivos saben que solos no pueden lograrlo todo. Entienden que Dios capacitó a su cuerpo con distintos roles y dones (1 Corintios 12:4-30) y que es tarea del líder equipar a otros para la tarea del ministerio también (Efesios 4:12). Los líderes efectivos también entienden que la misión es más importante que la posición. Por eso reconocen las habilidades de otros y les facilitan la tarea sumándolos al trabajo. Son tantas y tan complejas las necesidades de los jóvenes hoy que es imposible para un o una líder estar cerca de todos sus adolescentes a menos que sea un grupo verdaderamente reducido. Pero si el anhelo de un ministerio juvenil es multiplicarse hace falta mayor mano de obra. El liderazgo reconoce esto y dedica buena parte de su tiempo a reclutar voluntarios para su ministerio juvenil. Cuantos más líderes de calidad se tenga, más posibilidades de maduración y resolución de conflicto tendrán los jóvenes.
Los jóvenes no necesitan solo líderes atléticos que sepan tocar la guitarra y sean extrovertidos. Si algún miembro en el equipo de liderazgo tiene estas características sensacional pero hay jóvenes que se identificarían mejor con otras personalidades. Los mejores equipos son los que tienen una buena dosis de diversidad de intereses, personalidades, y edades. Tener líderes adultos involucrados por ejemplo, enriquece al ministerio con experiencia, contención y modelos.
Los líderes juveniles simplifican las tareas del ministerio consiguiendo y estimulando la gente adecuada para cada una de ellas.
Señal 6: Incluyen a los Padres
Tratar de interpretar a los adolescentes fuera del esquema familiar seria un cuadro incompleto. Por eso los líderes no deberían ponerse en situación de competencia con los padres sino aprender a trabajar juntos.
La adolescencia no solo llega para los hijos, también les llega a los padres aunque en un rol diferente. El punto clave para muchos es la llamada “brecha generacional.” Ser adolescente hoy no es lo mismo que ser adolescente en los setenta y esta realidad tiene diversas consecuencias. De todas maneras, la presente generación adolescente no puede desarrollarse positivamente sin el marco de estabilidad, comprensión y amor incondicional que los padres deben de brindarles y esto es reconocido por los líderes juveniles efectivos. Pero trabajar con los padres no siempre es fácil. Yo también he tenido padres que es mejor perderlos que encontrarlos. Pero los lideres efectivos se esfuerzan en lograr sumar al equipo de trabajo al menos a algunos padres que enriquezcan al ministerio con una imagen de familia y le de a otros padres mayor credibilidad. Hay buenos programas que se pueden hacer para ayudar a las familias a tener un mejor tiempo juntas y las fiestas son siempre una gran oportunidad: graduaciones, navidad, el día de la madre, padre, amistad y podemos inventar otras “fiestas” para empezar a incluir a la familia y celebrar ese diseño de Dios para la vida del ser humano.
Señal 7: Se Especializan
Históricamente en América latina se suele ver al ministerio juvenil como un escalón de ascenso al verdadero ministerio. Error! La escena irá cambiando en los próximos años. Más y más estudiantes de instituciones teológicas se darán cuenta que Dios está llamando a una generación de líderes que se especialicen en la tarea de evangelizar y discipular jóvenes. Desde hace poco más de una década en países como Estado Unidos y Corea más y más estudiantes han empezado a comprender el enorme desafío y la vitalidad que tiene el ministerio juvenil para la Iglesia de Cristo. A la luz de esto más y más seminarios fueron agregando materias de ministerio juvenil e incluso hoy se ofrecen maestrías y ya se empieza a hablar de doctorados en la especialización.
Muy pronto esto se va a ver a nuestro continente.
Pero más allá de las posibilidades académicas está la razón eje del ministerio juvenil: los jóvenes necesitan líderes preparados. Ellos se merecen un liderazgo que pueda articular una filosofía sensata de por qué hacen lo que hacen, puedan interpretar las escrituras desde el contexto contemporáneo, entiendan las realidades interiores propias de la edad, sean creativos, suficientemente críticos y puedan comunicar visión y organizarse. Los lideres juveniles sobresalientes se toman su trabajo muy en serio, se compran libros de ministerio juvenil, consiguen diversos materiales y estudian dedicadamente como ser cada vez mejores lideres.
Por Lucas Leys
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