Primera Frase: Dios nuestro Padre sabe nuestra fragilidad y como nos ama, nos justifica gratuitamente de nuestros errores y fracasos por su gracia. Jesús cargó con nuestras culpas y murió por nosotros pagando toda nuestra deuda. "Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" Romanos 8:1.
INTRODUCCIÓN
Yo tenía un alumno en la E.D. que venía todo desaliñado, sucio, si lavarse siquiera la cara, despeinado y como que había dormido con la ropa que traía puesta. Hablaba en voz alta en la clase, pegaba al de al lado, era muy inquieto. Yo deseaba que no viniera. Al visitarlo en su casa descubrí que sus padres eran alcohólicos y no se ocupaban para nada de él. Vivía como podía. Mi actitud hacia él cambió. Le compré ropa, le hice bañarse, lo peiné y lo traje a la clase. Desde el primer día comenzó a portarse mejor. Su estima personal había subido y quería cuidar su apariencia y su ropa. Al cambiar yo mi actitud hacia él. Él cambió.
A. AHORA QUE ESTOY JUSTIFICADO QUIERO SER SANTO
Jeremías 31:34, también nosotros debemos olvidarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo. Dice San Pablo que esas cosas "ni aún se nombre entre vosotros, como conviene a santos." Efesios 5:3.
Romanos 3:24, comienzo a valorarme a mí mismo. Si valgo tanto para Dios, debo valer para mí. Comienzo a respetarme, a tener sed de dignidad, a estimarme y a amarme.
1 Corintios 6:15-20.
El cambio se notará en la higiene, la forma de hablar, de vestir, de tratar a los demás, de tratar al sexo opuesto, de respetar al cónyuge, a los hijos, a los padres, a los adultos, a la autoridad, en lo que como y cuanto, como cuido mi cuerpo, que cosas leo, que miro en la televisión. Una persona que no se valora a sí misma mira cualquier basura. Uno que se valora dice, yo no puedo perder tiempo mirando esa basura que no enseña nada. Novelas baratas, violencia, etc.
B. LA SANTIDAD SE LOGRA SOLO POR LA FE, NO POR LA LEY
Romanos 3:20, Hebreos 8:6-7, 13. La ley no ayuda en nada a la santificación, por el contrario, la ley nos hace ver el pecado y baja nuestra estima personal. La ley no puede hacernos justos Gálatas 2:16. Si pudiéramos obedecer los mandamientos escritos, entonces no hubiera hecho falta un Salvador Gálatas 2:21. Pablo es muy estricto en cuanto a la gracia de Dios al punto que aunque él cree que "nada nos puede separar del amor de Cristo" Romanos 8:38-39, dice que hay una sola causa que nos puede separar: si un creyente, que profesó su fe en Jesús, se hace luego legalista, y comienza a creer y enseñar que para salvarse hay que guardar la ley, esa persona cayo de la gracia Gálatas 5:4. Es un rechazo total del Salvador Jesús. Es como decir: "yo me valgo a mi mismo, no necesito un salvador".
Salmo 1:2; 119:97 y sabían que transgredirla significaba muerte, al no poderla cumplir, tuvieron que creer en la misericordia y la gracia de Dios y esa fe les justificó Salmo 32:1-2, 5; Romanos 4:6:-8. La gracia de Dios no es algo nuevo que aparece recién con Jesús. Dios fue siempre un Dios de gracia, pero se fue revelando poco a poco. Costó mucho siempre a la mente humana entender la gracia. ¡Gracias a Dios por San Pablo!
Romanos 4:1-5, y de David Romanos 4:6-8, con lo cual prueba que Dios fue un Dios de gracia antes que exista la ley y después Romanos 4:9-15. Si la salvación dependiera de cumplir los mandamientos, nadie podría estar seguro de ella. Por eso exclama: "Por tanto, es por la fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abram, el cual es padre de todos nosotros"
C. LA SANTIDAD ES UN DESEO E IMPULSO DE ADENTRO
El poder, la capacidad y la fuerza para ser santos, tal como la justificación, se logra también por la fe en dos grandes hechos:
Que nuestro viejo hombre, la naturaleza que no puede cumplir con los mandamientos de la ley, fue crucificada con Cristo. "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí"
Gálatas 2:20. "Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos" Colosenses 2:12; Romanos 6:1-14. Nuestra fe debe decirnos que el débil e impotente, murió con Cristo. Debemos por lo tanto despojarnos del viejo hombre Efesios 4:22; Colosenses 3:5-9.
Efesios 4:23-24, Colosenses 3:10-17. Este nuevo hombre es el que tiene un nuevo corazón y un nuevo espíritu Ezequiel 36:26-27. Es el que desea las "Cosas de arriba" Colosenses 3:1-4. Este nuevo hombre es Cristo Romanos 13:13-14. Dios lo hizo a Cristo todo lo que quería que fuéramos nosotros y luego nos puso a nosotros en Cristo y a Cristo en nosotros 1 Corintios 1:26-31, especialmente los versículos 30 y 31. Nosotros estamos completos en Cristo Colosenses 2:9-10.
INVITACIÓN
Romanos 1:17. Yo creo que Dios me justificó, que el viejo Juan Carlos fue crucificado, sepultado y nacido de nuevo con Cristo. Soy otra persona: Cristo vive en mi.
Romanos 10:3-13. ¡Te invito a Creer!
ORACIÓN: Señor, gracias por darnos a Jesús. Él nos libró del poder del maligno y nos trasladó a su Reino. Nos libró de la esclavitud de pecar matando nuestra vieja naturaleza. Y nos dio su vida, su espíritu para ayudarnos a cambiar de pecadores a santos. Amén.
Por Dr. Juan Carlos Ortiz
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