La verdad es que al creer en la salvación que Cristo nos ofrece, somos hecha nueva criatura, nacemos una vez más, esta vez, para que crecer en los caminos del Altísimo. Como todo bebé, tenemos que ser alimentados y la única forma que lograremos esto es a través de la oración pues esa será nuestra manera de decirle a nuestro Padre: “Estoy hambriento…dame de tu pan…sacia mi sed.”
Entonces Dios, como madre amorosa que amamanta a su pequeño, te dará de su manantial de vida hasta que poco a poco vas creciendo y convirtiéndote en el cristiano que Él desea ver en ti. A medida que crecemos en sus caminos el alimento cambia a uno más fuerte y más fuerte cada vez, nuestro cuerpo y espíritu experimentarán el mismo cambio y será maravilloso, un sentir único y especial…no será fácil lograrlo pero tampoco será imposible. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13
Es por esto que la oración es y será esencial herramienta en tu caminar con Dios, Jesús y su amado Espíritu porque día tras día recibirás el alimento necesario para lograr crecer y cimentar tu casa en la roca que es Cristo. “Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.” Lucas 6: 47-48...
La oración no es el único elemento, pues la lectura de la palabra, el ayuno, el visitar el Templo, la alabanza, etc. son parte de esa vida cristiana que vamos desarrollando. Sin embargo, sin la oración no logramos crecer y continuar hacia delante, así como sin ninguno de los anteriores tampoco logramos nuestro crecimiento espiritual. En conclusión la oración es una cualidad primordial para lograr ser cristianos en espíritu y en verdad, cristianos crecidos en el rebaño del Padre, tenemos todo un paquete de herramientas que nos permitirán crecer en sus caminos y reforzar nuestra relación con Él más y más.
“La oración eficaz del justo puede mucho.” Santiago 5:16b No debemos verlas como una carga, como algo para lo cual no tenemos tiempo, sino al contrario como herramientas únicas y valiosas, magníficos regalos enviados desde el mismo trono para mantenernos cerca del Padre, perlas de único valor y estima en nuestras manos.
La oración, esa comunicación entre sus hijos y el Padre es tan importante para ti, como lo es para Él, pues inclusive se aseguró de enseñarles a los discípulos cómo orar de manera tal que el oído de Dios se inclinará a las oraciones que ellos le elevaran.
Este es el tipo de oración que Dios espera una que enfrasca nuestros sentimientos, nuestra adoración y alabanza, nuestros deseos y peticiones en simples y sinceras palabras que vengan del corazón y no de la mente, que sean dichas con el alma y no la boca aunque las palabras nunca sean suficientes para describir su inmensa bondad, es el sentimiento con el que las digamos el que hará la diferencia.
Del libro – Susurros de Amor
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